Comparativa Avión – Bus. Descubre Por qué El Bus Es La Mejor Opción

¿Por qué viajar en bus es la mejor manera de moverse por Latinoamérica?

Se ha hablado mucho del auge de las aerolíneas de bajo coste en Lationamérica pero, de acuerdo con nuestro análisis, el transporte en bus sigue dominando el mercado. Es un hecho que viajar por carreterra sigue siendo la opción más cómoda y económica para la mayoría de la ciudadanía, y todo apunta a que seguirá siendo la primera opción por mucho tiempo. A continuación exponemos los motivos en una comparativa directa.

1. Relación coste del pasaje – tiempo    

Cuando contrastamos el coste de cada pasaje y el tiempo invertido en el desplazamiento, las líneas aéreas de bajo coste parecen las claras vencedoras. Así queda reflejado en un artículo del periódico norteamericano Wall Street Journal cuyo titular se podría traducir como “Los vuelos económicos seducen a los latinoamericanos por delante de los buses”.

Pero ciertamente, es inexacto comparar únicamente el precio y la inversión de tiempo efectivo de los vuelos y los autobuses. ¿Por qué no se tiene en cuenta el tiempo perdido en aeropuertos antes y después del vuelo? De la misma manera no se deberían ignorar muchos cargos adicionales que imponen las compañías low-cost por motivos que no son ningún capricho, como la facturación del equipaje o la comida a bordo.

En una comparativa de buses y vuelos a bajo coste, es necesario que el consumidor tenga en cuenta los pros y contras de las dos opciones de transporte. En nuestra opinión, por lo anteriormente expuesto, el transporte por carretera es la mejor opción.

2. Desplazarse al aeropuerto – Desplazarse a la terminal de buses

Por norma general los aeropuertos están a las afueras de la ciudad, en cambio, las terminales están en el centro de la ciudad. Por este motivo, el usuario tiene muchas opciones para llegar a la estación de buses en contraposición a los aeropuertos donde el taxi o los buses especiales (generalmente caros) acostumbran a ser las únicas opciones para entrar y salir de un aeropuerto.

3. Inversión de tiempo antes de la salida

El tiempo de espera en las terminales de autobuses de ciudades importantes son menores que en los aeropuertos y, además, lo más habitual es que haya diferentes horarios para elegir. En cualquier caso, como mínimo, hay que estar una hora y media antes de la salida de tu vuelo, cuando un bus se puede tomar unos minutos antes del momento de partida. Además la seguridad aeroportuaria exige muchos controles que siempre atrasan el acceso a bordo y las inclemencias meteorológicas tienen un impacto mayor en los vuelos y provocan largos retrasos. Y estos tiempos muertos a menudo se invierten comprando comida o regalos a un precio que es el doble o el triple de lo que supondría en una terminal de buses.

3. Confort

Los nuevos modelos de buses ofrecen un espacio significativamente mayor para las piernas que cualquier línea aérea de bajo coste en clase turista. Muchos buses modernos incorporan WiFi, mesillas plegables, y pantallas táctiles individuales. Asimismo, los vehículos de nueva generación tienen unas butacas reclinables entre 130 y 160 grados en los asientos comunes y de hasta 180 grados en las butacas-cama.

En comparación, los vuelos de bajo coste dejan el listón muy bajo en lo que a confort se refiere. Los asientos a menudo no se reclinan, el espacio para las piernas acostumbra a ser de cerca de 70 centímetros y el ancho del asiento de 40. Por otra parte, las líneas aéreas regulares dejan más de 86 centímetros para las piernas y las bases de las butacas con una amplitud de 46. Pero lo cierto es que el modelo low-cost está imperando en el mercado reduciendo estos espacios y suprimiendo servicios que siempre habían sido gratuitos. Se llega al extremo de cobrar por algo tan simple como imprimir la tarjeta de embarque.

Por si fuera poco, superar los controles de seguridad del aeropuerto es más molesto cada año. A pesar de que Latinoamérica aún no usa los escáneres de cuerpo completo que prevalecen en muchos aeropuertos de los EE.UU. (cuyos posibles perjuicios a la salud aún deben descartarse del todo), apostaríamos a que pronto los van a incorporar en todo el mundo.

       

4. Aprovechamiento del Tiempo

Mientras que el tiempo de trayecto de bus es significativamente mayor al de un avión, viajar por aire es, sin duda, una mayor “pérdida de tiempo”. En un trayecto de 7 horas en bus, sólo el 6% del tiempo se invierte en superar los asuntos relativos al pre-embarque y a la llegada. Viajar a una distancia similar en avión te llevará únicamente 4 horas y 20 minutos, pero el 71% de este tiempo lo vas a pasar en el aeropuerto antes y después del trayecto efectivo.

Siguiendo con este ejemplo, viajar con una compañía low-cost, será un 38 % más rápido pero costará 3’3 veces más que un pasaje de bus (y eso sólo si eres capaz de evitar la tentación de comprar productos como comida y regalos que frecuentemente ofrecen los asistentes de vuelo). Es un hecho que se paga más del triple pero sólo se da un servicio de 75 minutos de vuelo. En el mismo caso del trayecto de 7 horas de bus, cerca de 6 horas y media pueden ser invertidas en trabajar, leer, dormir, o simplemente relajarse. En definitiva, se está más cómodo y el tiempo cunde más en un bus. Además se puede disfrutar de unos bonitos paisajes que jamás podrías ver en un avión.

5. Accesibilidad Geográfica

Mientras que los vuelos siguen siendo una buena opción calidad-precio frente a los trayectos en bus que superan las 10 horas de duración, los buses garantizan una mejor accesibilidad a zonas más remotas. Los aeropuertos en ciudades pequeñas son mucho menos habituales en Latinoamérica que en los EE.UU. y Europa, de modo que el tráfico aéreo se concentra en capitales y ciudades importantes. El verdadero encanto de muchos lugares latinoamericanos se encuentra fuera de las ciudades por lo que sólo son accesibles en auto o bus.


6. Sostenibilidad / Medio Ambiente

   Vencedor: Bus

Viajar en bus es la forma más ecológica para desplazarse en distancias largas, dejando muy atrás cualquier otra forma de transporte mecánico.

Para un viaje de 4.020 km, una distancia similar a la que supondría ir desde Santiago de Chile hasta Arica y volver, los índices de dióxido de carbono por persona se reducen a menos de la mitad en comparación a si optáramos por el avión o el tren y se contamina hasta seis veces menos que si fuéramos en un auto convencional.

7. Turismo

La industria turística ha crecido más del 50% en esta última década, y mantiene un aumento exponencial en Sur América de más del 11% cada año.

En contra de lo que comúnmente se cree, esta nueva circunstancia no implica un desequilibrio en el mercado de los transportes. En Latinoamérica, el sector se está expandiendo y este crecimiento se da en vuelos low-cost, buses, y trenes, por lo que hay oportunidades para todas las modalidades de viaje, de la misma manera que las hay actualmente en Europa. Un estudio reciente de la norteamericana Universidad DePaul, muestra que el sector de los buses interurbanos en EE.UU. ha crecido un 7’5% entre 2011 y 2012, el mayor crecimiento en los últimos 4 años. Esta estadística supone más del doble del crecimiento del transporte en tren durante el mismo periodo.
Con la evolución del sector del transporte, incluyendo la próxima explosión de las plataformas de venta online de pasajes de autobús, el viaje será más frecuente, fácil, barato, y más cómodo para los viajeros locales así como para los turistas internacionales.

Veredicto
Bus  6   –   1  Avión

Mientras que las aerolíneas de bajo coste seguirán absorbiendo buena parte del mercado de las compañías aéreas convencionales en los próximos años, su expansión no afectará al predominio actual de los buses en los trayectos de larga distancia en Latinoamérica.

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