Belice: El ojo azul del mar

¡Hola viajeros! Para esta nota nos sumergimos en las aguas más profundas de Belice, en el corazón mismo de América central. Normalmente, son pocos los lugares en el mundo que atraen a miles de turistas por año. Pero la belleza del “Gran Hoyo Azul” cautiva tanto a los amantes del buceo como los del turismo ecológico.

EL gran hoyo fue popularizado por el francés Jacques Cousteau, declarado recientemente por la UNESCO como uno de los diez mejores lugares para bucear en el mundo.  El agujero mide ¡más de 305 metros de diámetro y casi 123 metros de profundidad! La maravilla natural se encuentra ubicada a 100 kilómetros de la costa de Belice, lindante con Guatemala, México y Honduras.

Su origen, hasta el día de hoy, continúa siendo una incógnita para los investigadores. Sin embargo, existen hipótesis que aseguran que la formación se produjo en la era glacial, en la llamada Era del Hielo. Este círculo submarino formaba parte de un sistema de cavernas situadas en la superficie terrestre y que quedaron sepultadas cuando el nivel del mar las cubrió por completo. Cuando el hielo se derritió, solo quedo la superficie de la entrada de esta caverna que, el día de hoy, es el hogar de un maravilloso ecosistema que se aloja dentro de él.

Dentro del enorme hueco se encuentran una innumerable variedad de especies de: peces, esponjas, tortugas y barracudas. Realmente, es un verdadero paraíso para cualquier buzo experimentado, ya que no sólo hallará especies exóticas sino también paisajes marinos alucinantes, repletos de color y armonía. Debido a lo intrincado que resulta desplazarse dentro del lugar, los instructores recomiendan no sumergirse mucho en la caverna ya que la presión subacuática y ciertos inconvenientes similares podrían llegar a complicar la experiencia.

Además, se han reportado casos de presencia de tiburones pero solamente en las partes más profundas de la caverna. Sin embargo, si se toman las medidas de seguridad pertinentes y practicamos el deporte acompañados de un guía profesional, no deberíamos padecer ninguna eventualidad. Después de todo, ¡no es necesario sumergirse tan hondo para poder apreciar las maravillas del lugar!

¿Te gustaría vivir esta experiencia  extraordinaria?

¿Te animarías a sumergirte? ¿Qué te gustaría encontrar allí?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *