Hay mucho que ver, pero si cuentas con poco tiempo, 2 días son suficientes para conocer lo principal. Aquí una lista de lo que no te puedes perder.
Mi primer viaje a Europa lo hice el año pasado en diciembre. En ese momento, el viejo continente me parecía un destino inalcanzable y cuando me propuse recorrerlo a finales del 2016, lo hice pensando que me tomaría un buen tiempo regresar por segunda vez. Este año, la vida me trajo de vuelta a este lado del mundo y he decidido compartir la experiencia con todos los que estén pensando en hacer un viaje igual.
Mi primer destino fue la hermosa ciudad de Praga, capital de República Checa, que aunque no es muy grande, tiene un encanto especial. Mi primera recomendación es empezar con un free tour para tener un primer contacto con la ciudad; dura 3 horas y cuesta lo que tú consideres que debas darle al guía (entre 5 y 10 euros suele estar bien). Hay tours todos los días y normalmente salen de la Plaza de la Ciudad Vieja. Las opciones son variadas, yo recomiendo hacer el de Sandemans.
Ahora sí, empezamos con lo interesante:
- La plaza de la Ciudad Vieja
Es el corazón de Praga y el lugar ideal para empezar tu recorrido. En la plaza del casco viejo podrás ver una variedad de fachadas que abarcan múltiples estilos, desde el gótico al neoclásico pasando por el renacentista y el barroco. Sin duda, la mejor forma de ver la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo. Ahí también se encuentra el Ayuntamiento y nuestro siguiente punto, el reloj astronómico.
- El reloj astronómico
Es el iPhone del siglo XVI. Intentar explicar cómo funciona me llevará demasiado tiempo, así que solo diré que además de indicar la hora, representa la posición del sol y la luna en el cielo, y otros detalles como las constelaciones del Zodiaco. Definitivamente es una pieza medieval con tecnología fascinante.
- Puente de Carlos
Aquí sentí por primera vez en mi vida que me quedaba sin aliento. Es uno de los sitios emblemáticos de la ciudad y durante el atardecer tiene una de las vistas más bonitas. Está a unos 10 minutos caminando desde la plaza de la Ciudad Vieja y con algo mas de medio kilómetro cruza el río Moldava. Las estatuas y esculturas que se encuentran a lo largo del puente también son parte del atractivo.
- Castillo de Praga
Se encuentra al otro lado del río y aunque se le conoce como castillo, no es una fortaleza al uso, ya que no está rodeado por las típicas murallas sino por grandes construcciones palaciegas. Vale la pena conocerlo por dentro, hay varios tours y el precio depende de la duración, si eres estudiante tienes un descuento. Puedes ver los precios aquí. Justo a la salida del castillo hay un mirador, donde encuentras maravillosas vistas de la ciudad y dentro del complejo puedes pasear por el callejón de oro y la catedral de San Vito.
- Catedral de San Vito
El estilo gótico en todo su esplendor. Es uno de los símbolos de Praga y la buena noticia es que es gratis, así que no hay excusa para no visitarla. Se encuentra en el complejo del castillo y al salir, si vas por Navidad, te encuentras con un mercado navideño donde podrás comprar artesanías y probar la comida típica.
- La casa danzante
Aquí hay que tomarse una foto de todas maneras. Su diseño, no muy tradicional, fue polémico en su momento porque la casa destaca entre los edificios barrocos y góticos de la ciudad. Se encuentra frente al río Moldava y representa otra cara de la ciudad.
Praga y sus esculturas
La ciudad se caracteriza por ser bella y clásica, pero también por sus extravagantes esculturas. Más de una vez choqué con obras contemporáneas y sentí que algo no encajaba, y esa, precisamente, es la intención. Para no hacer muy larga esta nota mencionaré mis preferidas, pero queda de tarea seguir explorando.
Recomendaciones finales
- En Praga no se usa el euro sino la corona checa, por lo que recomiendo cambiar un poco de dinero para no tener problemas a la hora de comprar cosas (sobre todo los souvenirs). 25 coronas equivalen a un euro.
- República Checa es uno de los países con mayor consumo de cerveza en el mundo y donde se invento la pilsner. Puedes tomar medio litro con 30 coronas, un poco más de un euro.
- Pensé que era una broma, pero a los meseros no les gusta que los llamen y se ofenden si lo haces. Tienes que esperar que se acerquen y tomen tu orden, del mismo modo para pagar.