Con cerca de 6.500 kilómetros de borde costero, Chile ofrece incontables oportunidades para darse un baño en el Pacífico. Aunque el país nunca ha destacado internacionalmente por sus playas, las hay que se han ganado por mérito propio un lugar en el corazón de muchos locales y turistas. No importa que la corriente de Humboldt, procedente del Océano Glaciar Antártico, provoque unas temperaturas acuáticas inusualmente bajas. Quien se atreva a darse un baño puede elegir entre algunas de las mejores playas que detallamos a continuación.
1. PLAYA DE ZAPALLAR (VIÑA DEL MAR)
Los cerros que protegen del viento a esta hermosa playa hacen posible que Zapallar goce de un microclima fantástico para el baño. Sus dos playas, la Chica y la Larga, de arenas finas y aguas transparentes y mucho más turquesas de lo que es habitual en el país, se han convertido en una de las más preciadas de la zona con hermosas casas de veraneo, jardines, bosques de pinos, y un aura de paz. Para los que se aburran con la simple combinación de sol y baño, tienen la posibilidad de recorrer a pie un agradable sendero junto al mar que conecta con Cachagua y Maitencillo, otras lindas playas a tener en cuenta.
2. PLAYA BAHÍA INGLESA (CALDERA, ATACAMA)
El desembarco del corsario inglés Edward Davis en 1687 en esta bahía le dio el nombre a uno de los balnearios más famosos del país. De hecho no se trata de una sola playa sino que existen diversas posibilidades, entre las que destacan La Piscina, Las Machas, y Rocas Negras. Uno de sus principales atractivos es el clima templado todo el año durante el día (por la noche refresca), y aguas sorprendentemente transparentes con una temperatura mucho más agradable de lo que están acostumbrados los chilenos. No es exagerado afirmar que Bahía Inglesa es lo más parecido al Caribe que existe en el país. Sólo tiene un inconveniente: la masificación durante ciertas épocas del año.
3. PLAYA EL CANELO (ALGARROBO, VALPARAÍSO)
Separada de su vecina El Canelillo únicamente por unas pocas rocas, esta playa es una de las más reconocidas de la región de Valparaíso. Su belleza ha atraído a las empresas inmobiliarias y se han levantado edificios a primera línea de mar, que impactan con el paisaje verde al que estaban acostumbrados años atrás los bañistas. Recomendamos evitar esta playa durante los meses de enero o febrero ya que la presión turística puede romper con la paz y la calma que merece El Canelo. Caminando por un sendero que bordea la playa se llega a la gran roca llamada La Peña, donde anidan numerosos tipos de aves. Para llegar a la arena es necesario pasar por un camino a través de un bosque de pinos, por lo que el acceso no es apto para personas con movilidad reducida.
4. PLAYA DE ANAKENA (ISLA DE PASCUA)
En primer lugar dejar claro que la Isla de Pascua es muy agreste, con grandes laderas y acantilados, de modo que cuenta con pocas playas aptas para el baño. Anakena es una joya excepcional de arena blanca y palmeras, a tan sólo 18 kilómetros de la ciudad de Hanga Roa. Es una de las pocas playas del mundo donde su principal atractivo es el patrimonio cultural que allá se encuentra. Este enclave cuenta con dos plataformas con moáis, los rostros pétreos únicos de esta remota isla. La primera, “Ahu Nau Nau”, preside la playa y cuenta con siete figuras, cuatro de ellas con “pukao”, el característico sombrero de piedra. La otra plataforma cercana es “Ature Huki”, en peor estado de conservación. Las aguas incomparablemente más cálidas que las de Chile continental, ofrecen un baño agradable y unos fondos marinos ricos de flora y fauna, con una visibilidad incomparable.
5. PLAYA CIFUNCHO (ANTOFAGASTA)
Bañarse en un entorno virgen de puro desierto es posible en Cifuncho y, además, en condiciones perfectas ya que en esta bahía abrigada apenas hay oleaje. Para todos aquellos que prioricen el entorno natural y la tranquilidad por encima todo, este es un destino a tener en cuenta. Además en un extremo resguardado de la playa se encuentra un pequeño pueblito donde se puede saborear pescado y marisco fresco traído por los pescadores de la zona. En las cercanías de Cifuncho se encuentran otros atractivos naturales como el Parque Nacional Lullaillaco, la quebrada El Médano, o la Reserva de Paposo.
6. ISLA DAMAS (COQUIMBO)
Este paraíso de aguas turquesas y arena blanca se encuentra una isla de poco más de 60 hectáreas y dos playas sublimes: la Poza y las Tijeras. Isla Damas es la única de las tres islas que componen la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt en la que está permitido desembarcar pero por motivos de preservación se prohibió el baño recientemente. Al tratarse de un espacio protegido, la fauna tiene una presencia destacable con delfines, lobos marinos, cormoranes, piqueros y, por supuesto, los pingüinos que dan nombre a la Reserva. El puerto más cercano para visitar este archipiélago es Caleta Punta de Choros y el tour acostumbra a incluir una visita a las cuevas marítimas de la Isla de Choros, siempre repletas de animales.
7. PLAYA MAICOLPUE (OSORNO)
¿Prefieren agua dulce o salada para tomar un baño? En este balneario podéis elegir e incluso combinar los chapuzones ya que un río apto para el nado desemboca y parte en dos esta playa. Otra de las singularidades de Maicolpue es el faro, a tan sólo dos kilómetros de allá, y se puede llegar por carretera o a pie a través de un impresionante sendero costero hasta llegar a un mirador en el que resulta fácil ver animales como focas, lobos marinos, o nutrias. Desde este punto hay la tradición de lanzar fuegos artificiales durante las celebraciones del año nuevo. Si mantenéis el interés por la contemplación natural y cultural, en la orilla sur del balneario se ubica el Parque Pichimallay, de 16.000 hectáreas, lugar donde habita la comunidad indígena Huilliche Maicolpi.
8. PLAYA LAS DOCAS (VALPARAÍSO)
Una joya que se mantiene virgen a pesar de su cercanía con Valparaíso (18 kilómetros al sur). Para visitar este Las Docas es necesario dirigirse a Laguna Verde y de allá a Curaumilla. Hoy por hoy se puede llegar en vehículo hasta la playa, aunque recomendamos hacer la excursión por el viejo sendero a través de los pinares y los cerros que abrazan Las Docas y tomar un baño como premio al llegar. En el sur de la playa hay unas cuevas donde fluye agua potable y distintos sistemas rudimentarios permiten que el agua se acumule y sea fácil beber allí.
9. PLAYA TOTORALILLO (COQUIMBO)
Su península de arena es la característica más singular de este balneario de aguas limpias y turquesas, a 25 kilómetros al sur de La Serena. Las hordas de visitantes a esta playa hacen poco recomendable su visita en pleno verano si se quiere gozar de un poco de paz, sin griteríos ni tacos para llegar al aparcamiento. Para los que gusten de comer en la playa, hay numerosos puestos de comida de todo tipo, desde ceviches y mariscos hasta empanadas. En un punto de Totoralillo se generan buenas olas y está extendida la práctica de surf. Si se quiere debutar , perfeccionar la técnica, o alquilar material, podéis dirigiros a la escuela surfera que hay allá mismo.
10. PLAYA DE SANTA BARBARA (CHAITÉN)
Hay que ser valiente para tomarse un baño en estas frías latitudes pero el entorno de esta playa nos tentará irremediablemente a arriesgarnos a agarrar un buen resfriado. Con un buen ancho y largo de playa, arena oscura pero fina, y un manto de vegetación en la retaguardia, Santa Bárbara se corona como uno de los mejores balnearios del sur de Chile. Su remota situación, en plena Carretera Austral (a 12 kilómetros del Chaitén), y el habitual clima frío y lluvioso de la zona, hacen de esta playa un lugar siempre solitario y salvaje. En el extremo norte, donde la arena se pierde de vista, se levanta el característico Cerro Vilcún de 333 metros.